Afrontar realidades no es lo que buscaba, siempre las evadía, nunca he querido aceptar que me cuesta estar sola, mucha gente reprocha mi actitud pero nadie se pone mis zapatos, nadie entiende lo que en mi mente da muchas vueltas a diario, entonces decidí cambiar mi manera de vivir, decidí dejar de pensar en los demás, no me importa que piensen que soy mala persona, en mi interior se lo que valgo, se lo que soy, nunca pedí este momento esta historia, pero es lo que me toco vivir.
Siento que he tenido muchas perdidas, una detrás de otra, me han hecho sentir muy triste y frágil, como si tuviera millones de años encima, estoy más sola que la luna, pero eso es lo que pedí para poder sobrevivir, ahora sé bien que es tener una necesidad, pero debo continuar, nadie dijo que vivir y soñar era fácil, quizás pronto venga un nuevo amanecer, no es soberbia, es amor, es crecer.
Creo que ya esta llegando mi momento, de abrir los brazos y olvidar todo lo malo, dejar atrás varias situaciones incomodas y seguir esos sueños que deje por complacer a los demás, aunque creo que al final los sueños no son nada más que una excusa, pero una excusa muy gorda, son la excusa para vivir . Por eso a veces también se convierten en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos, tengo ganas, pequeñas, pero ganas de empezar otra vez, y de olvidarme que esta ciudad a veces esta tan triste como yo, y notar que estoy cambiando...
Me voy a vivir la otra vida
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